CONFERENCIA EPISCOPAL “REZA” POR JUSTICIA QUE NO LLEGA
En una muestra de solidaridad celestial, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) ha emitido hoy un comunicado en el que repudia enérgicamente el asesinato del ambientalista Juan López, sucedido el pasado sábado en Tocoa, Colón.
En su comunicado, los obispos han dejado claro que las oraciones están aseguradas; las soluciones terrenales, sin embargo, parecen ser asunto de otra jurisdicción, y no se asegura.
“Como pastores de la Iglesia que peregrina en Honduras, repudiamos este vil asesinato y pedimos a las autoridades que, además de hablar de justicia, trabajen en serio en garantizarla”, proclamaron con un tono que suena a “háganse cargo, que nosotros ya rezamos”.
Los comentarios mordaces de la iglesia han puesto en jaque al sistema que permite que estos crímenes ocurran, y lo que es peor que queden en la impunidad.
López, que aparentemente fue asesinado poco después de salir de una iglesia, era delegado de la Palabra de Dios y defensor de los recursos naturales, lo cual, a juzgar por el desenlace, no parece haberle granjeado muchos amigos entre los señores de los proyectos extractivistas.
A pesar de contar con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2023, queda claro que esas “medidas” no tienen mucho efecto cuando las balas deciden hacer su entrada triunfal en la calculada.
En su carta, los obispos, conmovidos hasta el alma, aseguraron que ofrecerán misas en memoria de López, y pidieron a los fieles oraciones por su descanso eterno, porque la justicia terrenal está por verse, esperemos que no pase una eternidad.
Mientras tanto, Naciones Unidas, el Copinh, los garífunas, y hasta el gobierno de Estados Unidos han condenado el asesinato, dejando claro que las palabras de rechazo no tienen nacionalidad.
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