EL BALÓN ESTÁ EN EL TEJADO DE ANA PAOLA
Tras la marabunta montada en torno a las negociaciones partidarias para ver quién preside el CNE en 2025, año de las internas y las generales, el balón está en el tejado de Ana Paola Hall, la representante colorada, quien decidirá si el encargo de presidir ese órgano electoral recaerá en ella misma, en la cachureca Cossette López, o en el Nerón refundidor, Marlon Ochoa.
Y es que, por razones obvias, tanto Marlon como Cossette jalarán agua para su propio molino, trasladando así toda la presión en Ana Paola, cuyo voto decantará la balanza y deshará el empate. Llegados a este punto, si la susodicha sigue la férrea línea opositora demostrada por los colorados en los últimos meses, no debería haber problema alguno, pero el asunto aquí es que no se la ve muy convencida.
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De hecho, no son pocas las voces que la ven tirando para el lado de la refundición, pese a que los de su partido la anden puyando para que no, pues en algunos medios ha trascendido el chambre de que estaría ella siguiendo los lineamientos de alguien externo al partido, que tendría compromisos con Libre.
Y es que la oposición han catalogado al unísono que sería un grave error si Ana Paola y, por ende, el oficialismo del partido, acaban asociándose con el partido de gobierno en los órganos electorales, pues dejar el entuerto en manos de Ochoa sería poner el punto y final a la democracia, o a lo que sea que que rija nuestros destinos.