CNA: VIEJAS PRÁCTICAS CORRUPTAS
El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), decidió que era hora de volver a destapar la olla de la corrupción que sigue siendo el deporte favorito de algunas municipalidades y varios sectores de Honduras.
En esta ocasión, las joyas de la corona son cuatro corporaciones municipales que, como buenos anfitriones, no quisieron perderse la fiesta. Las estrellas del escándalo: La Ceiba, Comayagua, Gracias y Belén, con una presentación espectacular de malversación y proyectos fantasmas.
Gabriela Castellanos, la directora del CNA, fue una vez la piedra de tropiezo de los denunciados que el manejo de fondos públicos sigue siendo uno de los “grandes pecados” de los funcionarios.
Entre los números mágicos, Castellanos reveló que se esfumaron más de 42 millones de lempiras en “proyectos mal ejecutados”. Lo que nos dejó a todos preguntándonos si esos millones se convirtieron en pavimento invisible o en cables eléctricos que no conducen ni una chispa. Según la directora, las municipalidades hicieron lo que mejor saben hacer: contratos duplicados, adjudicaciones a dedo y precios tan inflados que ni los mejores inversionistas en la bolsa de valores los podrían justificar.
La Ceiba, con su mantenimiento de relleno sanitario, parece haber decidido que la basura no solo se recolecta, también se financia generosamente. Comayagua se lució con la pavimentación de una vía de acceso que, quién sabe, quizás un día llegue a existir. Mientras tanto, en Gracias, el proyecto de mejoramiento vial fue tan irregular que el único progreso evidente es el de los bolsillos de algunos. Y en Belén, electrificaron… bueno, algo, o al menos eso dicen las facturas.
Los “ilustre” denunciados son el alcalde Bader Dip y Pedro Edgardo Escalante Campos, acompañados de su equipo de superhéroes municipales: gerentes de obras públicas, secretarías, tesoreras y asesores jurídicos.
Por supuesto, el CNA, siempre tan eficiente, presentó las denuncias correspondientes. Pero queda la duda o más bien la certeza de que estos casos probablemente pasarán a formar parte de la gran colección de investigaciones inconclusas de Honduras, donde la justicia tarda tanto en llegar que se confunde con la eternidad.
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