TEMOR E INCERTIDUMBRE SOBRE LOS CACHURECOS

Los cachurecos la están viendo “tile” desde que aterrizaron en la llanura; descabezados y acorralados se la pasan ahora de conferencia en conferencia, sacando con palanganas el agua de la canoa para evitar el naufragio.

Acéfalos tras la fuga de su cabecilla, muchos temen ser incluidos en las listas escudriñadas en la Fiscalía por unos fiscales que, en pleno interinato, se han convencido de querer fumigar el solar vecino.

El tembleque se ha apoderado de unos cuantos, sabedores de que si la temen es porque quizás la deben, y por eso han salido en estampida a llenar la prensa de quejas, a gusto de unos y pesar de otros.

Y ni siquiera Nicaragua parece ser ya un destino accesible y económico, por lo que habrán de apelar a esa clase de ingenio que solo aflora en tiempos virulentos, para ver si tal vez así la libran.