SIN PRESUPUESTO NI REFORMAS SE SUSPENDE SESIÓN

En el glorioso escenario del Congreso Nacional, el presidente Luis Redondo decidió suspender la sesión, pero no sin antes ofrecernos un espectáculo digno de Redondo siendo Redondo.

Sigue la falta de consensos políticos para aprobar el tan ansiado presupuesto electoral de las elecciones de 2025. ¡Qué sorpresa!

El caos comenzó cuando se intentó aprobar la dispensa de debates, pero la mayoría de la Cámara Legislativa decidió que prefería ver el mundo arder antes que aprobar algo tan sencillo.

 Redondo, con 96 votos en mano y su mejor expresión de indignación, se quedó esperando que mágicamente aparecieran los cuatro votos restantes para alcanzar los 100.

El presidente del Congreso explicó que quería aprobar el presupuesto “con facilidad” porque desea transparencia y, por supuesto, evitar fraudes electorales. Sin embargo, entre votos inflados y excusas inventadas, los 100 votos nunca llegaron. “Pretenden seguir engañando a la gente”, se lamentó Redondo, dejando claro que la trama seguirá su curso.

Según el diputado presidente el Partido Nacional, siempre dispuesto a hacer las cosas más interesantes, cambió de parecer en el último minuto. Ahora, dicen que no se mueven ni un milímetro sin que la votación supere los 100.

“No puedo seguir esperando y que sigan con esa tergiversación, esa narrativa perversa”, exclamó Redondo con tono de héroe trágico. Y, como en todo buen drama, hay villanos. Esta vez, Jorge Cálix, según el propio Redondo, apareció en el libreto como el malo de la película.

Cálix amenazó a sus compañeros de bancada con expulsarlos de las planillas si osaban votar. Redondo, indignado, gritó a los cuatro vientos: “El pueblo hondureño tiene que saberlo”.

Finalmente, visiblemente molesto, Redondo hizo lo que cualquier líder haría en una crisis política: suspender la sesión y convocar para el sábado a las 5 de la tarde. Como quien dice vienen los políticos a joder otra vez el fin de semana con sus enredos.

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