BEATRIZ VALLE TAMBIÉN SE LES VA
El castillo de naipes con que estaba armado el frágil organigrama refundacional poco a poco va pegando el porrazo, con renuncias de sus funcionarios por aquí y por allá. Hoy, la del turno fue Beatriz Valle, que desde la desangelada Canadá puso su renuncia como embajadora catracha, a razón de la cínica denuncia del tratado de extradición emprendida por el gobierno castrozelayista.
Mediante un tuit en X, la ya exembajadora dijo que mejor se baja del barco por las obvias “consecuencias negativas” que traerá la descarada decisión refundacional, tanto así que “en buena conciencia, no puedo apoyar la denuncia del Tratado de Extradición con los Estados Unidos de América”, escribió.
“Mi renuncia responde a principios meramente éticos y morales personales, dados los hechos acontecidos en Honduras en materia de política exterior”, le dijo al canciller Enrique Reina, a quien le remitió la carta de renuncia de carácter “irrevocable”.
Según dijo Beatriz, le es “imposible apoyar esa decisión”, refiriéndose a la denuncia del tratado con los gringos, ya que no quiere ser “cómplice o responsable” de las consecuencias que de esa trastada se deriven.
Pero tampoco hay que comer ansias, porque antes quiere ella solventar sus asuntos allá, de tal modo que su cese del cargo será efectivo a partir del primero de diciembre, para “cumplir con el preaviso de tres meses” que le permitan cuadrar sus asuntos allá y retornar acá, donde fijo los “calixtos” la recibirán con los brazos abiertos.