¡RIXI SE LANZARÁ… Y CÓMO HABLA!

En un evento que parecía más una competencia de verborragia que un anuncio político, la precandidata de Libre, Rixi Moncada, decidió lanzar su “candidatura” a la presidencia de la república como si fuera una revelación que nadie veía venir, si tiene siglos ya en campaña.

En su discurso, Moncada no dejó títere con cabeza, especialmente cuando se trató de atacar a los llamados “oligarcas imperialistas”. Como si estuviera en un concurso de frases hechas, defendió con fervor a los venezolanos, mientras se entregaba a teorías de conspiración sobre un posible golpe de Estado o, como lo llamó ella, “golpe de barraca” en las Fuerzas Armadas.

Con un tono casi mesiánico, como dijo otro político por ahí anunció: “Nuestro lanzamiento es el 8 de septiembre en Santa Bárbara”, como si el país entero ya hubiera reservado la fecha para el gran acontecimiento. No contenta con despotricar contra el imperio, decidió lanzar “elogios” hacia la embajadora estadounidense, Laura Dogu, aunque parecían más puñales disfrazados de flores. Uno casi podía imaginar a Moncada con una pala en la mano, lista para desterrar o enterrar a quien ose contradecirla.

Entre las perlas del discurso, Moncada lanzó una advertencia: “Quien piense que los mensajes de la embajadora Dogu no son una agresión, son apátridas, y en Libre no hay apátridas”. Parece que para ella, el enemigo está claro y se encuentra en el norte.

En la conferencia de prensa, la presidenciable tiró más acusaciones que propuestas, afirmando que el gobierno de Estados Unidos ha sido cómplice de fraudes electorales en Honduras. Con el mismo fervor, respaldó la decisión de la presidenta Xiomara Castro de eliminar la extradición con EEUU, cuestionando a los “poderes fácticos” que se oponen a esta medida. Como si de una película se tratara, Moncada aseguró que habrá elecciones el próximo año, a pesar de lo que describe como un complot digno de 2009.

Moncada terminó su larga intervención con una reflexión sobre la historia reciente, volviendo al 2009 y las lecciones que, según ella, aún no hemos aprendido. Con la misma convicción con la que empezó, aseguró que Libre no tiene “techo de vidrio”, pavoneándose como si ya hubiera ganado la elección.

En fin, para los que esperaban propuestas claras, tendrán que esperar. Pero al menos, Rixi nos dejó claro que, si algo no le falta, es capacidad para hablar… mucho y de todo hablo hasta por los codos.

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