MILLONARIO LABERINTO CON LICENCIAS AMBIENTALES

 

En el país donde hasta la burocracia parece tener su propia burocracia, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), destapó la olla y revelar lo que ya todos sospechaban: la tramitología de las licencias ambientales no es más que un gran laberinto, pero con muchas firmas y sellos.

Unos módicos 4,145.7 millones de lempiras están atrapados en este purgatorio burocrático, esperando que algún día un expediente sea revisado, aprobado, firmado y quizás, solo quizás, liberado.

En una conferencia de prensa, el sector privado ha expresado su profundo desconcierto al descubrir que obtener una licencia ambiental es tan sencillo como armar un rompecabezas de 10,000 piezas… pero sin la imagen de referencia.

Según los estudios del Cohep, resulta que resolver un expediente puede tomar más de dos años, lo cual es casi el mismo tiempo que tarda un árbol en crecer, aunque, claro, un árbol aporta mucho más al medio ambiente que un documento apilado en un escritorio.

Lo más asombroso es que de los 4,198.71 millones de lempiras invertidos en estos trámites, solo el 1.2 % ha logrado escapar del abismo de la ineficacia. El resto está atrapado entre revisiones interminables y firmas que nunca llegan. Así que, mientras 14,000 empleos penden de un hilo, las montañas de papeles siguen acumulándose, esperando el día en que alguien encuentre la tinta para firmar.

En resumen, los sectores de construcción e industrias manufactureras, que se han visto más afectados por esta ineficacia con un 21.1 % y un 18.39 % respectivamente, podrían considerar cambiar de rubro. Quizás abrir un negocio de trámites burocráticos sería más lucrativo en un país donde el papeleo es el rey y las licencias ambientales, una utopía inalcanzable.

 

 

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