INDIFERENCIA ANTE EL SUFRIMIENTO
Mientras el Gobierno Castro alista maletas, inaugura canchas en Talanga, los pacientes oncológicos suplican por medicamentos, el viacrucis que viven cientos de hondureños en distintas partes del país parece no importarle a la primer mujer presidenta de la nación, que poco o nada ha hecho por el sistema sanitario que ya se encontraba en precarias condiciones y hoy lo está mucho más.
El ministro José Manuel Matheu está atrapado en un marasmo que le impide llevar a cabo su gestión. Rivaliza en extremo con el mismo Colegio Médico, con el personal de la red hospitalaria y de los centros sanitarios y con las diversas organizaciones del SITRAMEDHYS, y como si no hubiese tantos frentes abiertos, el secretario de Estado tiene relaciones antagónicas con los congresistas de su mismo partido Salvador Honduras, quienes le han retratado como alguien de “muy difícil trato”.
El gobierno se niega a dar credibilidad a los testimonios de pacientes que suplican por atención y medicamentos, los tratamientos oncológicos son impagables, el propio estado los condena a la muerte ignorando sus necesidades.
Hasta cuando los hondureños tendrán que pagar las consecuencias de la corrupción de los políticos, que ninguna culpa tiene ellos ante tremendo desastre, es urgente que alguien tome las riendas del asunto, y cambie el rumbo, no es posible que los hondureños mueran por falta de asistencia, el sistema sanitario está en cuidados intensivos.