PREPOTENTE Y DOBLE CARA

Al dundo no se le puede ni se le debe confiar el poder, porque a la mínima te arrastra. Que se lo pregunten si no a Luis Redondo, al que le sacaron a bailar un video de cuando pastaba él en la llanura, y en el que se lo ve ensalzando las bondades del CNA, organización a la que ahora, con su título de jefe del Congreso bajo el sobaco, ahora anda amenazando porque le volvió a ventilar sus sinvergüenzadas.

Sin duda alguna, el pasado siempre nos persigue, sobre todo cuando se es una figura pública y estando en plena era de la tecnología, que siempre nos termina echando mano guardando registro de todo. “Te invito a que vengas aquí, al CNA, en las diferentes partes del país, para que se presente esta iniciativa ciudadana en el Congreso Nacional y de una vez por todas le demos orden jurídico al país”, decía entonces Redondo, en su condición de simple mortal.

Un discurso diametralmente opuesto al actual, donde veladamente amenaza al propio CNA y también a la ASJ con penarlos y multarlos según lo que manda el sacrosanto Código Penal, señalándolos a ambos por “usurpación de funciones y simulación de cargos”; como si la verdadera función de ambos organismos no fuera precisamente la de destapar mandracadas, vengan de donde vengan.

“Por Honduras ya firmé. ¿Y tú, ya firmaste? Te espero en el CNA”, se oye decir al cínico conserje de Libre en el dichoso video, cuando evidentemente le convenía estar del lado de la razón y la justicia y no se había dejado engatusar por sus actuales amos en Casa Presidencial, a quienes mantenerlo en el puesto como su tonto útil le ha salido al dedillo.

De la notable y descarada contradicción del conserje se dio cuenta Claudia Ramírez, la diputada que no hace mucho era correligionaria suya en el PSH, de donde el esférico congresista salió como todo un pillo para acurrucarse en los brazos de una refundación que lo sedujo con cantos de sirena. “Con todo el respeto, ¿Qué le pasó?”, le preguntó Claudia en X, dando fe de la bajeza de su exaliado.

“La política sin ética genera corrupción. Cuando las personas carecen de valores éticos son potencialmente propensas a corromper el poder público haciendo un uso indebido de éste. La separación de la ética y la política ha conducido a la humanidad a situaciones de injusticia y corrupción”, le recordó ahí mismo.

Un mensaje que a buen seguro caerá en saco roto, teniendo en cuenta la actitud matona adoptada en la actualidad por el señor del bombo, que parece haber olvidado que nada es para siempre, y tarde o temprano le tocará ahuecar el ala donde está; y una vez ahuecada qué Dios lo guarde, porque amigos le van quedando bien poquitos.

Share via
Copy link