INFLACIÓN SIGUE PA’RRIBA
Con tanta subidera de precios en los mercados, normal que la inflación siga aumentando como si no hubiese un mañana. En el recién pasado julio se ubicó en 0,32%, y si hablamos del acumulado en lo que va de año, llegó al 2.19% cuando finalizó junio.
Y esta última cifra es el clavo ardiendo del que se han agarrado los eruditos del Banco Central, que aseguran por la santa refundación que es el porcentaje más bajo de los últimos tres años.
Pero más allá de las pajas mentales que ellos se hagan solitos, lo cierto es que la vaina no deja de inflarse, sobre todo, porque el precio de los productos, en especial los que salen del campo, sigue subiendo como la espuma.
Y eso es así por las penurias que les ha tocado vivir a los productores con los cagadales medioambientales que el gobierno ha sido incapaz de controlar, pues ya se sabe que carecen absolutamente de un plan de prevención a corto, mediano y largo plazo.
De tal modo que estamos prácticamente en manos de Dios, abandonados a la suerte de quienes deciden las políticas macroeconómicas del país, que siguen sin atinarle a la tecla para hacer que la situación siquiera se controle.