EL COLMO DE LA SINVERGÜENZADA
Al pando de Mauricio Rivera ya no hay quién lo enderece. Allá en Choluteca envió a uno de sus mandaderos, un tal Pablo, a casaquear a unos 150 cocheros para que asistieran a una reunión del movimiento “Morena”, de Rasel Tomé, prometiendo a cada uno de ellos un caballo. Oiga bien.
Pero no contaba el diputado refundidor con que los cocheros, llamados también “carreteros” en la Honduras de allá, le iban a salir con el machete desenvainado, pues son más fieles a Quintín Soriano que la propia mujer del alcalde. “Nosotros 100% vamos a ir con Quintín, en ningún momento hemos dicho que vamos a sacar a Quintín”, dijo indignada una de las cocheras.
Y es que la jugada de Mauricio iba orientada a socavar el “pegue” del alcalde de Choluteca con sus adeptos, aunque de todos modos le salió guaya, pues los cocheros no se tocaron el corazón para atizarlo duro y parejo, gritando claro y pelado que Mauricio “mira necesitada a la gente y por eso la engaña”, según dijo arrecha otra de ellas.
“Ese señor nos trajo con engaño”, reveló una de las cocheras, quien lo instó a ganarse los votos “como tienen que ganarse, sin engaños”, pues todos ellos están ya curados de tanta paja, y no es Mauricio el primero en querer jugarles la vuelta pasándose de listo.