ACUSACIÓN RETROACTIVA

Tres años y pico después, el Ministerio Público, ahora en manos de la refundación, por fin se acordó de la existencia de Ebal Díaz, el exministro de la Presidencia en los tiempos del indómito, clavándole un requerimiento fiscal retroactivo por el megafraude de las casas contenedores para los damnificados de Eta e Iota.

Se trata del fallido proyecto “Ciudad Morazán”, cuya bromita salió por 294 millones de pesos y que, según se decía aquellos días, debía ejecutarlo la Secretaría de la Presidencia que dirigía Ebal, que fijo leyó la noticia mientras se rascaba la barriga a dos manos en la soleada Managua, tierra de su exilio.

La acusación, sin embargo, no le llegó por gusto, pues de las más de mil casas que se suponía iban a montar en el lugar, apenas 23 acabaron siendo habitadas, y de éstas solo 10 familias realmente fueron afectadas por los aciagos huracanes del 2020. ¡Ver para creer!

Aun así, pese a la distancia, algo de inquietud estará sintiendo Ebal, pues en la acusación se pidió al juez girar las órdenes de captura a nivel nacional e internacional, decretando alerta migratoria por si al susodicho le da por pintar llantas para otro lado, porque con Ortega nunca se sabe.

Y es que Johel Zelaya, el fiscal refundidor, como que va en serio con el caso, ya que al anunciar la jugada avisó que “no queremos jueces timoratos que busquen caminos alternos para liberar delincuentes”, pues adelantó que tienen “suficientes pruebas” para mandar al mamo al exsecretario.

Y no solo a él, sino también a los demás embarrados: Zonia Margarita Morales, excomisionada presidenta de Coalianza; Lizeth Guadalupe Villatoro, delegada de una institución financiera; Mario León Gómez y Rolando Federico Poujol, funcionarios de la Secretaría de la Presidencia; Juan Ramón Cruz Carbajal, Edmundo del Carmen Cuadra, José Fernando Cálix Bonilla, Myrna Isabel Mejía Flores, Dino Francisco Rieti, Francis Yamileth Rodríguez, Lis María Moncada Pineda, Luis Roberto Aparicio Godoy, Óscar Rolando Mendoza Cáceres y Tania Michele Montoya Zepeda, relacionados con la Unidad Ejecutora y Coordinadora de Proyectos.

Todo un “dream team” que por arte de magia como que hicieron desaparecer la millonada de pisto con el que dizque iban a echar a andar el proyecto, y que años después vienen por fin a tragar en seco, cuando les empiezan a contar las costillas por sus presuntas mandracadas.

Mandracadas que según el fiscal serán probadas y servirán para clavarle a todos ellos una condena como Dios manda, sirviendo como ejemplo para los pandos que de ayer y hoy que anden con la bulla de seguir esas prácticas.

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