LIBRE SE LAS SABE TODAS

No son papos los refundidores de la patria, o al menos no cuando les conviene, pues sabiendo que todo este tiempo le han estado dando atol con el dedo a la gente para no traerles la CICIH que tanto prometieron, maniobraron astuta y cínicamente en la última sesión del Congreso para aparentar que están haciendo todo lo posible por traerla, aunque en realidad sea todo lo contrario.

La Junta Directiva que preside el mandraquero Luis Redondo presentó un decreto que pretendía otorgar rango constitucional a la misión internacional, sabiendo de antemano que no contaban con los 86 votos necesarios porque ni siquiera tuvieron la cortesía de socializar el asunto. Y al no ser aprobada con los 82 apoyos que finalmente alcanzaron, la ley manda que ahora toca esperar hasta enero del 2025 para que lo puedan presentar otra vez, forzando consecuentemente a que la posible ratificación deba hacerse hasta 2026, cuando ya un nuevo gobierno tenga agarrada la guayaba.

Con la burda maniobra se lavaron las manos de cara al público e hicieron ver a la todopoderosa Xiomara Castro como la presidenta que quiso hacer las cosas bien pero no la dejaron, ya que con semejante pantallazo quedaron tanto ella como sus lacayos como los buenos del cuento y desviaron toda la atención hacia una oposición a la que hicieron quedar como la villana. Porque eran perfectamente conscientes los oficialistas de que las cosas en el hemiciclo ocurrirían tal y como finalmente ocurrieron.

“Es una pantalla para aparentar que quieren instalarla”, dijo acertadamente en X el analista Rafa Jerez, pues lo que buscaban los oficialistas con la propuesta, según él, era “instalar una CICIH condicionada y sin las herramientas para trabajar”; opinión que coincide cabalita con la del periodista Jeff Ernst, que cree que todo fue “puro show”, porque elevar la CICIH al rango constitucional “no es necesario, ni requisito para que venga o que tenga independencia”.

Porque si de verdad tuvieran Redondo y sus amos de Libre la verdadera intención de ensartar la CICIH de una vez por todas para que comience su cacería de malandros, lo que deberían estar discutiendo es la derogación de la inmunidad parlamentaria, la derogación de la amnistía política y la reforma del proceso especial con el que se juzga a las altas poporoilas. Todo lo demás es pura casaca.

Y a todo esto, el memorándum de entendimiento con el que se está negociando la vaina con la ONU vence en diciembre, cuando la reforma constitucional para que sea aplicable debería ratificarse en enero del próximo año, plasmando una clarísima contradicción en lo que ambas cosas suponen. Saque usted sus propias conclusiones.

Share via
Copy link