DOGU METE PRESIÓN

La embajadora imperial, Laura Dogu, al suave suave le cantó las cuarenta al gobierno refundidor, que se sigue haciendo el de a peso para no traer a su prometida CICIH, pues según ella, cada día que pasa “es un día perdido” donde los malandros siguen haciendo fiesta.

“Es importante construir mecanismos aquí para combatir la corrupción lo más rápido posible, porque cada día que pasa sin un mecanismo especial es un día perdido”, dijo ella, exponiéndose con total “valechancletismo” a las lloretas que le puedan llegar por parte de los lacayos de Cancillería, donde cualquier babosada que diga la doña es rápidamente catalogada como injerencista.

Y es que no hay nadie mejor informado en el potrero catracho que la mandamás gringa, por lo que sus palabras resaltan la necesidad de que todos aquellos que prometieron con tanto ahínco la llegada de la misión internacional, espabilen y cumplan con su promesa, porque si no…

Es por ello que en la misma entrevista la diplomática subrayó la importancia de darle trámite al asunto, pues sabe ella que las corruptelas acá son perras y no hay agallas necesarias entre los refundidores para meterles mano, quizás porque simio no mata simio. Nunca se sabe.

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