REDONDO TIENE “TOCADITA” A SU MUJER EN EL CONGRESO
A boquita qué querés pasa en el Congreso Marisela Bonilla, la mujer de Luis Redondo, quien funge como directora de una vaina llamada “Agenda Social”, cargo que en teoría no percibe ningún sueldo pero que, dada la opacidad con que manejan los asuntos en ese poder del Estado, todo apunta a que con ella han hecho una excepción. Y no estamos hablando de tres pesos.
El asunto es que, aunque no aparece ella registrada en la planilla, una fuente del Legislativo consultada por el medio Contracorriente aseguró que la doña sí recibe gastos de representación, cuyo fondo aprobado a partir de enero este año anda en los 200 mil pesos mensuales por los que nadie rinde cuentas, pues por ningún lado hay información sobre quién accede a ese billete ni de las liquidaciones que correspondería hacer.
El puesto de Marisela, sin embargo, pese a ser meramente ornamental, le ha valido a ella para desempeñar algunas funciones públicas que no debería, pero que de todos modos ha hecho apañada por su marido. Reuniones con organismos internacionales, viajes a foros parlamentarios, la organización del Congreso Infantil anual e incluso la instalación de la Legislatura han sido algunos asuntos donde han andado ella de zampa limones.
No es que sea malo que ande ella metiéndose en vainas que no le competen, pues esa es ya una práctica enraizada en anteriores legislaturas; lo malo es que se aproveche del asunto cobrando su buen billetón pese a que sus quehaceres debería hacerlos ad honorem.
Tampoco es la turbiedad con que acostumbran a solventar las movidas en el Legislativo algo nuevo, sobre todo teniendo a un tipo como Redondo al frente de todo. El propio Contracorriente publicó meses atrás investigaciones en las que detalló con pelos y señales cómo el año pasado el Congreso regaló nada más y nada menos que 200 millones de pesos en subvenciones, sin revelar cómo ni a quiénes se entregó ese billetón.
Sea como sea que esté la cosa, lo cierto es que Marisela parece estar muy a gustito en su nueva faceta de enchambada vip, aunque más le valdrá tener siempre presente que tarde o temprano las cosas pandas salen a la luz; y si no, que alguien le recuerde la trágica historia de Rosa Elena de Lobo, que al igual que ella se creía intocable y de pronto se le vino el chaparrón encima.