SE ESFUMÓ LA INVERSIÓN EXTRANJERA

Apenas mil milloncitos de dólares frescos llegaron al país al cierre del primer semestre del año en concepto de nuevas inversiones provenientes del extranjero, que en términos macroeconómicos sería algo así como regar las plantas con un gotero.

La alarma la encendió Fuad Handal, el mero gallo de la ANDI en la zona norte, donde estaban acostumbrados a cifras mayores. “De los mil millones de dólares que se registraron en el último semestre, el 90% corresponde a reinversiones, sin la presencia de nuevas industrias extranjeras en el país”, lamentó el turco.

Un escenario medio apocalíptico, aunque acorde a la realidad, pues no son pocos los que coinciden en que las decisiones tomadas por el gobierno de la refundación no es que inviten precisamente a los foráneos a querer invertir su billete acá.

Y es que se ha convertido el potrero catracho en un polvorín, donde lo que menos se hace es garantizar la seguridad jurídica a los potenciales inversores, que al toparse con semejante despotismo mejor se llevan sus billetes verdes a otro lado.

A eso también hay que sumar el otro clavo del ataúd, y es que cada vez hay menos dólares, lo que quiere decir que los incentivos para producir son raquíticos, provocando una merma que, de seguir así, acabará poniendo una soga en el cuello a la economía.

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