CORRELACIÓN DE FUERZAS
Saben los refundidores de la patria que en repetidas ocasiones se han pasado de rosca y metido las patas hasta el pegue, y que por andar de soberbios ahora las cosas se les han puesto todavía más yucas cuando llegan al Congreso a querer aprobar sus vainas.
Por eso no resulta extraño que empiecen a recular aparentando tibieza, aunque solo sea de cara al público; y es ahí donde entra en juego Hugo Noé, con su cara de bonachón, que ya avisó que cuando acabe el feriadón legislativo, a los suyos no les quedará más remedio que medir la correlación de fuerzas con las demás bancadas para ver cómo corre el agua.
Y es que, semanas atrás, antes de que Luis Redondo mandara de vacaciones al hemiciclo, anduvieron ellos envalentonados, esparciendo el rumor de que a la buena o a la brava acabarían doblegando la resistencia de los opositores para acabar imponiendo su voluntad en el Legislativo.
Eran días en que la dichosa Ley de Justicia Tributaria y las adendas a los contratos de la ENEE recobraban fuerza en los pasillos del Legislativo, donde ya se especulaba con una aprobación, pese a no contar ellos con los 65 votos que, como mínimo, exige la ley para dar luz verde a ese tipo de propuestas.
Fue el propio Hugo Noé quien insinuó esa posibilidad, aunque ahora lo niegue: “Nunca dije que teníamos 65 votos exactamente”, aseguró recientemente en modo ventajista, pues ya tiene la certeza de que las cosas no son al molote, como bien le hubiese gustado.
Aun así, dice él que todavía mantiene vigente su optimismo, confiando en que algún acuerdo alcanzarán; pero lo cierto es que, como resultado de su prepotencia, ahora la oposición se les ha hecho grandecita, y mientras mantengan al necio de Redondo comandando las negociaciones, lo más probable es que siga el statu quo.