ELIUD LA SACÓ DEL ESTADIO
Otra cosa no, pero de inventiva e improvisación sí que va sobrado Eliud Girón, que al referirse al estado de decepción que por enésima vez ampliaron sus señores feudales de la refundación, parió un argumento que, en términos deportivos, fue el equivalente a sacar la pelota del estadio, por su elevada dosis de genialidad.
“Mientras la hermana República de El Salvador, dirigida por Nayib Bukele, tenga un estado de excepción, nosotros estamos obligados a mantenerlo”, dijo el diputado, sin reírse, lo cual enaltece aún más la exquisitez de su argumento.
Y es que, según Girón, si el gobierno refundidor finiquita el estado de decepción que mantiene vigente desde hace más de año y medio, “se nos vienen todos los mareros salvadoreños”, por lo que su continua extensión se vuelve obligatoria, pese a que no haya resuelto absolutamente nada a favor de un pueblo que, en cambio, se ve también obligado a tragarse las cifras maquilladas que con frecuencia sale a revelar el ministro Gustavo Sánchez.
Unas cifras que en el imaginario refundacional reflejan sus imaginarias hazañas de reducción de la criminalidad, pese a que lo único que parece haber disminuido en todo este tiempo es la confianza que la gente siente por ellos, a quienes ven ya casi igual de peligrosos que a los mismísimos malandros que dicen tener bajo control