FLORES LANZA SE CHIMÓ CON GABRIELA
Bien chimadito salió el repatriado asesor presidencial del castrozelayismo, Enrique Flores Lanza, con Gabriela Castellanos, la del CNA, luego de que ésta ventilara en un informe la red de nepotismo que él, los Zelaya-Castro y la precandidata Rixi Ramona tienen montada en el organigrama de la refundación, donde han enchambado a 115 criaturas.
En una carta pública, Flores Lanza personalizó su resentimiento contra Castellanos, a quien llama “empleada de la narcodictadura”, señalándola por las “inexactitudes”, “datos desfasados” y la “manipulación” que según él presentó la abogada en un informe que ésta acertadamente llamó “Redes estratégicas de concentración de poder” que, entre otras cosas, revela que sólo en la mensualidad a 69 burócratas se gastan más de 6 millones de pesos.
Pues bien, eso a Flores Lanza como que no les gustó, aunque tampoco lo desmintió, porque ya sería el colmo. Lo que sí hizo fue justificarlo, pues según él, todos esos parientes que parasitariamente están chupando la sangre al Estado tienen merecidísimo estar donde están, “por haber encabezado en las calles la lucha en contra del Golpe de Estado”.
Pero menos mal que lo aclaró, porque cualquiera pensaría que el requisito para ocupar un puesto público es estar cualificado para desempeñarlo eficientemente, y no el hecho de haber quemado llantas en las calles en nombre de una refundación que a tenor de las acciones del propio Flores Lanza y de los otros dos familiones mencionados, está quedando a deber con quienes les confiaron el voto.
“Estas familias ocuparon un lugar en primera línea en las calles, denunciando el golpe de Estado, la narcodictadura y sus crímenes”, insistió, al tiempo que Castellanos, según él, “apoyaba la amnistía otorgada a los golpistas y fue sorda, ciega y muda frente a los crímenes que costaron la vida de 174 compatriotas”. Toda una pataleta que mejor hubiera sido responder con su silencio, al no haber un solo argumento cercano a la decencia.